¿Un saludo y mucho ánimo?

Estimada comunidad de yahoo respuestas.

Hace mucho tiempo que no me paseaba por esta sección de yahoo. Recuerdo que hace poco más de un año estaba como muchos de ustedes en estos momentos: con un miedo irracional a haber contraído el vih. Ahora miro hacia atrás y recuerdo lo crudo que fue ese momento en mi vida. Me vinieron unas crisis de pánico horribles, y me diagnosticaron un Trastorno de Ansiedad Generalizado con principios de agorafobia. Tuve que tomar ansiolíticos y altas dosis de sertralina, porque mis niveles de noradrenalina andaban por las nubes, además de otros descalabros químicos a nivel cerebral. No podía tomar un lápiz porque mi mano temblaba. ¡Ni siquiera podía bajar las escaleras sin ayuda! Porque mis piernas estaban paralizadas por el pánico día y noche. Cuando me despertaba en las mañanas, me sentaba en mi cama y sentía un vértigo similar al de estar en una montaña rusa. Lloraba todos los días, bajé de peso, me fui consumiendo poco a poco en esas sensaciones horribles y en esos pensamientos obsesivos.

Era tan irracional todo lo que me sucedía, pero una cuota de lógica me quedaba para darme cuenta de que las cosas no andaban bien, que no podía ser que yo pensara así, si yo era un tipo cuerdo que siempre se había valido por sí mismo. Pero mis contradicciones internas me estaban derrotando, mientras veía cómo perdía muchas cosas: a mi pareja en ese entonces, mi vida social, a algunos amigos, mi trabajo, etc... Alguien que no ha vivido un trastorno de ansiedad no puede saber lo que se siente.

Y todo fue porque un amigo diagnosticado con vih estuvo a punto de morir. Yo era de los que creía que el virus no existía, que era todo una confabulación de las farmacias, y todas esas teorías pseudocientíficas. Pero por lo que le sucedió a mi amigo, de pronto se me coló esa idea por mi mente, y de ahí todo mal. Además de que tuve la mala suerte de hacerme el exámen en lugares en donde no me dieron la información adecuada. No sé cómo se pueden decir profesionales de la salud si siguen diciendo que el test demora seis meses en ser definitivo. La información de que al mes se cierra ventana con el elisa de cuarta generación, y a los tres meses con el de tercera, llegó tarde; yo ya estaba obsesionado con mi salud física. Pensaba en eso en todo momento y tenía las más horribles pesadillas durante la noche, para amanecer al otro día empapado en un sudor frío y con una angustia que me oprimía al pecho y que no me dejaba respirar.

Este foro me sirvió mucho. Pude compartir experiencias con gente que estaba pasando lo mismo que yo. Los consejos de Sonia y de Hada Azul siempre fueron los mejores. Por favor, háganle caso a Sonia y no la contradigan. Ella sabe y punto. Asuman que son ustedes los del problema.

Otra cosa que me sirvió fue buscar los verdaderos miedos que subyacían detrás de mi estado. Yo no le tenía miedo al vih, le tenía miedo a estar enfermo, a que mi vida se viera amenzada, a que algo me quitara todo lo que tenía, y por sobre todas las cosas, a hacerle daño a otra persona infectándola con una enfermedad mortal (en ese tiempo no sabía que el vih dejó de ser mortal hace mucho). Si mi miedo era entonces el estar enfermo, debía replantear mi vida y aceptar que mi cuerpo es vulnerable, que es un ser vivo y que puede enfermar en cualquier momento. Que merece ser querido y cuidado, y jamás expuesto a riesgos innecesarios. No se trata de subestimarlo tampoco, pero sí de amarlo y ser más responsable con él.

Además de lo anterior, la perspectiva de las cosas que me da el ser historiador me fue bastante útil. La humanidad siempre ha pasado por plagas y pandemias, ya sea la peste negra, la gripe aviar, la sífilis, etc... y la población no conocía de estas enfermedades hasta que las personas comenzaban a morir. Quizá en este mismo instante se esté gestando un nuevo microorganismo capaz de atacar nuestro cuerpo. Esas cosas pasan a veces, así como los desastres naturales. En realidad, todo en esta vida puede pasar. Así que para qué preocuparse. El día de mañana te puede caer un fierro en la cabeza que te va a matar sin que alcances a reflexionar nada.

Así me fui sacando todos esos pensamientos destructivos. Prefiero vivir el día a día y estar preparado para todo. Si me enfermo, bueno, es parte de la vida. Y si no, mejor entonces. Esas cosas no me pueden impedir el ser feliz y hacer las cosas que quiero. Y si le hago daño a otra persona, bueno, siempre puedo dar mis profundas y sinceras disculpas. A mí también me han hecho daño sin que fuese a propósito, y he sido capaz de perdonar.

Empezé a salir más, a reirme más, a realizar más actividades, y como ya no le mandaba esa señal a mi cuerpo de que toda la realidad externa era una amenaza, mis nervios comenzaron a relajarse. Ahora estoy tranquilo, ya todas esas sensaciones quedaron atrás.

Así que de verdad muuuucho ánimo!!! sé lo difícil que es, pero no dura para siempre.

Un saludo y un abrazo desde Chile.